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Semana Santa ya no es sinónimo de procesión, es sinónimo de Torrijas Cala-Millor.

¿Semana Santa? já! Ustedes perdonen, pero una semana tan santa no puede contener tanto pecado.

¿Qué de que hablo? pues está claro, de Cala-Millor, ¿y eso qué es? una pastelería. ¿Una pastelería normal? No, una que hace las torrijas más deliciosas que hemos probado en tiempo.

Empezaremos por el principio: Hace unos días tuvimos el placer de asistir a un curso de torrijas que daba Alberto, heredero del negocio y un encanto de persona. Nos enseñó a hacer torrijas, pero no unas cualquiera sino las torrijas de Cala-Millor, con su receta (casi) secreta y su puntito de amor familiar.

Os voy a contar un poquito de donde viene Cala-Millor, que no es solo una playa de Mallorca en la que ponerte tibio a copas con tu pulsera de todo incluido, sino, de verdad, una de las mejores pastelerías que hemos tenido el placer de probar.

Cala-Millor es un negocio familiar, su esencia está ahí aunque ya tengan varios negocios en la ciudad, eso no es malo, porque ellos no han perdido sus tradiciones. Alberto, nieto del fundador del negocio, nos contó la historia familiar de este sueño pastelero, donde plasmaba perfectamente su amor por la cocina y por las cosas caseras y bien hechas. Cala-Millor nace en 1978, y amasando lentamente han conseguido mantener con los años un producto de calidad con el sabor de antes. Las torrijas son un producto estrella de su cocina, ¡como no iban a serlo si llevan desde los inicios del negocio familiar en carta! además tienen un ingrediente secreto que no desvelaremos, y eso hace que sean un "must".

¿Sabías que el origen de las torrijas se remonta a época Romana? durante siglos fueron alimento de los más humildes debido a su bajo coste y su alto valor calórico, ¿engordar en semana santa? como veis es muy normal desde hace siglos, así que tranquilos... (jajaja).

Comenzaron a consumirse en cuaresma para compensar los periodos de ayuno que dicta la tradición religiosa. A principios del siglo XX empezamos a verlas en tabernas y bares, desvinculándose de su lado más tradicional y pasando a ser disfrute pagano por el pueblo llano, acompañadas siempre, por una buena copa de vino ¡¡ buenas tradiciones !!

Nosotros hemos aprendido a cocinarlas como manda la tradición, al menos la de Cala-Millor, y como somos gente maja que nos gusta compartir, os vamos a chivar la receta de estas maravillosas torrijas, ¿preparados? pues coged papel y boli que allá vamos.

PARA EL PAN DE TORRIJAS TENÉIS DOS OPCIONES:

1- COMPRARLO: En Cala-Millor tienen el mismo que os vamos a pasar la receta y así no os complicas tanto.

2- HACERLO: Aquí os pasamos la receta:

330g de harina fuerte

200g de harina floja.

40g de azúcar

20g de sal

60g de mantequilla (podéis usar azúcar invertido o manteca de cerdo)

25g de levadura

200g de leche

200g de agua

Una vez que ya tenéis el pan, remojáis en un buen recipiente las torrijas, en este caso las vamos a bañar en medio litro de leche, (recordad que de una barra salen 8 torrijas) , 250g de azúcar, y dos gotas de biscuit ( este es el ingrediente casi secreto de Cala-Millor, una formula magistral que inventó el abuelo de Alberto, Natalio, pero como nosotros no tenemos, pues le echaremos amor del bueno, que siempre funciona) y para el rebozado serán 6 huevos . Si quieres puedes echar en la mezcla de leche unas ramitas de vainilla, en casa lo hemos hecho siempre, también hay personas que utilizan cáscara de naranja y es que para gustos están los colores.

¿Dónde está el truco? " tan fácil no puede ser" -Diréis. Pues sí, es fácil, el único truco que debéis tener en cuenta es: no tener demasiado tiempo en remojo el pan para que no se rompa, id tocando el pan para que quede todo empapado pero consistente (lo conseguiréis mejor si la leche está fría o del tiempo, así no se os romperán las rebanadas de pan). Freir con aceite bien caliente y de buena calidad UNA A UNA. Retirar el exceso de leche cuando las empapes y de aceite cuando frías las torrijas y aquí podéis hacer varias cosas: presentarlas frías solo fritas, calientes (es como más nos gustan) o rebozadas en azúcar y canela, esto último es delicioso pero es una bomba. ¡Ahora eres tu quien decide la "cantidad de devoción" que quieres aplicarle a este plato tan típico de las fechas que se avecinan!.

Os vamos a dejar unas fotografías del proceso, espero que os guste mucho este post y si hacéis vuestras torrijas del (santo) pecado, nos etiquetéis en las redes sociales.

1-Tenemos nuestro pan que cortamos en rodajas y hacemos la mezcla de la leche y el azúcar.

(ojo, las cantidades proporcionadas son para una barra de pan u ocho torrijas).

2- Ponemos en un buen recipiente la leche mezclada con el azúcar y la pizquita de amor y remojamos las torrijas, la leche que esté fresquita mejor para que no se rompan las torrijas.

3- una vez remojadas las torrijas, sabiendo que no se van a romper (échale media hora) las reservamos para que escurran el exceso de leche y vamos batiendo los huevos para el rebozado.

Véis? mojadas pero consistentes.

4- Una vez batidos los huevos vamos a ir rebozando una a una las torrijas y haciendo que escurran el exceso de producto.

5- ahora a freír, cuidado que no se te achicharren! controla el fuego! cuando las veas tostaditas, sácalas! y ya puedes rebozarlas en azúcar y canela si quieres.

Este debería ser el resultado en bruto, pero también las podéis poner bien bonitas y presentadas, que siempre es un buen punto a favor!

Como por ejemplo así, ¿bonitas y apetecibles eh?

Esperamos que hagáis esta receta y nos enseñéis vuestras fotos y si no os apetece hacerlas, siempre os podéis pasar por Cala-Millor ( En instagram @calamillormadrid y FB Cala Millor Madrid) que las hacen de rechupete! Abrazos MeC´s!


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