LA LEYENDA DE LA CALLE DEL CLAVEL
Unos monarcas muy comprometidos con su pueblo, generosos y cumplidores dedicaron buena parte de su reinado a visitar iglesias, monasterios y conventos para ayudarles con dinero para reformas o lo que fuera menester.
Entre los muchos centros religiosos a los que se concedió ayuda, destaca el Recoleto de la Concepción Francisca, el cual estaba ubicado en un lugar sin nombre, en un pequeño callejón que no había sido apadrinado pero cercano a la Calle Jardines, donde los jardines de las casas de la zona eran excesivamente frondosos debido a las aguas subterráneas que allí se encontraban ( de hecho, la Calle Jardines era uno de los lugares donde más baños árabes se podían encontrar entre otros tipos de baños relevantes en diferentes tipos de casas).
Las franciscanas que allí habitaban, dedicaban su vida al culto y una de las labores principales que tenían era la de cuidar el pequeño huerto y regar los frondosos claveles que crecían en sus jardines.
El día que los monarcas visitaron el centro, todo el vecindario quedó pendiente y todos querían estar allí: hasta el Duque de Lerma, vecino del templo franciscano, quiso estar ante la presencia Real. Todos los que acudieron alabaron la labor humilde de estas monjas, y se dieron cuenta de su condición precaria y pidieron a los reyes que las ayudas recayeran en aquel convento.
Pero claro, una vez que los monarcas concedieron la ampliación y mejora del convento, todos querían hacer algún tipo del reforma en el mismo, vamos, que no había acuerdo alguno entre "las empresas" que realizarían las obras. Fue entonces cuando la reina Margarita que estaba junto a su esposo Felipe III, alzó la voz para poner orden y dio un clavel del jardín a cada uno de los que allí estaban discutiendo, diciéndoles que todos debían contribuir.
Desde entonces, la leyenda cuenta que este lugar cogió el nombre de tal acto y paso a llamarse la calle del Clavel, haciendo honor al suceso y al frondoso jardín de claveles del convento franciscano que una vez hubo en estas tierras.